Dormir con peluches puede brindarles seguridad a los bebés, ya que los peluches pueden ser compañeros entrañables para los niños. Sin embargo, como padres, es natural preguntarse cuándo es seguro que los bebés duerman con peluches en su cuna. En este artículo de Un chupete para Mi Bebé, exploramos la edad recomendada y algunos consejos prácticos para que esta transición sea segura y agradable para tu bebé.
Durante los primeros meses de vida, los expertos en pediatría recomiendan que la cuna del bebé esté libre de cualquier objeto, incluyendo peluches, mantas y almohadas. Esto se debe a que los bebés menores de 12 meses son especialmente vulnerables al síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) y a otros riesgos de asfixia.
Recomendación: La Academia Americana de Pediatría (AAP) sugiere que la cuna esté libre de objetos blandos hasta al menos los 12 meses de edad. A partir de esta edad, el riesgo disminuye, y los padres pueden empezar a introducir un peluche pequeño y seguro, siempre bajo ciertas precauciones.
A partir del primer año, algunos niños encuentran consuelo al dormir con un peluche. Esta práctica puede ofrecer beneficios como:
Al elegir un peluche para que tu hijo duerma, es importante que cumpla con ciertas características de seguridad:
Algunos niños comienzan a mostrar interés por los peluches alrededor del año de edad. Si notas que tu hijo busca un objeto específico para dormir o acariciar, esto puede indicar que está listo para incorporar un peluche en su rutina de sueño. Observa si ya puede dar vuelta la cabeza y moverse con facilidad para asegurarte de que el peluche no represente un riesgo.
Incorpora el peluche durante el día: Permite que tu hijo se familiarice con el peluche durante las siestas y momentos de calma, para que desarrolle un vínculo y se sienta seguro.
Mantén un entorno seguro: Asegúrate de que la cuna esté despejada y que el peluche no interfiera con la respiración o el movimiento del bebé.
Limpia el peluche regularmente: Los peluches acumulan polvo y suciedad. Asegúrate de lavarlo con frecuencia para evitar alergias o irritaciones.
A partir de los 12 meses es generalmente seguro introducir un peluche pequeño en la cuna, siempre bajo la supervisión de un adulto.
No se recomienda el uso de mantas o almohadas en la cuna hasta los 18 meses de edad o más, para minimizar el riesgo de asfixia.
Es normal que los niños se sientan reconfortados por su peluche. Si esto sucede, ayúdalo a encontrarlo y tranquilízalo para que vuelva a dormirse.
Sí, y es completamente natural. Los peluches pueden ofrecer consuelo y seguridad a medida que tu hijo desarrolla su independencia emocional.
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