¡Hola chupeteros! Hoy vamos a hablar sobre una de las cosas que llaman más la atención cuándo un bebé llega al mundo, y es que al abrir los ojos podemos notar que el recién nacido tiene los ojos claros, con un todo azul grisáceo, independientemente del color que tengan los ojos de sus padres.
Aunque en un principio se crea que ese va a ser su color definitivo, no podemos estar más equivocados, ya que el color de ojos de un bebé se va definiendo en los meses siguientes. Pero como todo en la vida, existen excepciones, ya que algunos nacen con un color marrón o negro intenso que permanecerá como color definitivo.
¿Por qué cambian los bebés de ojos azules a su color?
Este fenómeno de cambio de color se debe a que las células productoras de melanina, la sustancia responsable de dar color a la piel, pelo e iris, son aún inmaduras y fabrican poco pigmento; ocasionando ese color grisáceo y la piel rojiza.
Progresivamente, estas células irán dándole color a los ojos, a medida que el bebé va creciente y las células madurando. Por eso, en un recién nacido, los ojos pueden ser azules, pero a los seis meses ser negros.
La genética tiene un gran papel en este proceso, no sólo influyen los genes de ambos padres, sino también los genes de los abuelos, a través de los cromosomas 15 y 19.
También hay que tener en cuenta que los colores oscuros son los genes dominantes y los colores claros los genes recesivos. Aunque las reglas genéticas pueden sorprendernos y es posible que una pareja con los ojos marrones tenga un hijo con los ojos azules.